Los Eternos... Manseros Santiagueños

Domingo Rojas, Cuti Carabajal, Carlos Leguizamon, Martin Paz, Leocadio Torres, Onofre Paz, Fatiga Reynoso, Alito Toledo, Carlos Carabajal, Manuel Jaime y Valentin Campos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Este no es un post de folklore. O tal vez si.


Ante nada, quiero agradecer a todos los amigos que se siguen comunicando y acercando material a este servidor y a su blog. La verdad -pa' ser sincero- es que nunca imaginé que en un mal momento haya tanta gente dispuesta a dar una mano, y les estoy muy agradecido a todos por eso.



Digo en el titulo que este no es un posteo sobre folklore. Pero tal vez lo sea, porque el folklore es el patrimonio de un pueblo, su cultura intrinseca, su cotidianeidad de ayer, de hoy y de mañana. Folklore es historia, es presente y es la conjunción de todo lo que somos y lo que queremos ser, tanto como personas o como pueblos.
Folklore no es solo la musica de nuestros mayores: es la herencia de sapiencia que nos dejaron, la escala de valores que a muchos nos supieron inculcar, las costumbres relacionadas con la moral y con lo social. Es nuestro saber popular, ese que mamamos desde que la vieja nos daba teta con un pañuelo sobre nuestra cabeza para no exponer su desnudez. Folklore es nuestra esencia, nuestra tradición, nuestra cultura de todos los días.

Por eso este post acaso sí sea sobre folklore.

Con tristeza asistimos a diario a los noticieros. Vemos a dos grupos de argentinos enfrentados en desafío, listos para lanzarse uno encima del otro cada cual para defender lo que considera justo. Y la escena se repite una y otra vez, en una fábrica, en una autopista, en una plaza, en una obra. La escena se repite hasta que llegan las piedras, las armas y los atropellos. A unos los mueve su necesidad, a veces bien motivada, a veces no. No todos los reclamos son justos. A otros los mueve su obligación, son empleados cumpliendo una función que asumieron al aceptar cumplir ordenes.

Pero quien está detrás de los dos grupos de argentinos? Otro grupo de ¿argentinos? que no gana un sueldo de hambre como el obrero despedido o el policía obligado. A ese grupo, que se llena la boca hablando de justa distribución de la riqueza mientras ostenta sus cuatro por cuatro y sus mansiones, sus carteras de cinco mil dolares, sus millones bien o mal habidos, es a quien hay que apuntar las piedras y las criticas. Porque ese grupo de argentinos que asumieron la función de velar por el pueblo argentino, por todo el pueblo argentino, están mas ocupados en mirar hacia afuera, en seguir lamiendo las botas del yanqui y darle a los de afuera todas las ventajas y los beneficios. Total, a los negritos de aqui los conformamos con un plan social, o con un fondo de desempleo que no alcanza ni para pagar los servicios elementales mientras siguen desprotegiendo a los que realmente trabajan, que son cada vez menos en este país acostumbrado a esperar los regalos de miseria antes que a exigir lo que por derecho le corresponde.
Y al que trabaja y paga impuestos le aprietan cada vez mas la soga en el cuello, para poder mantener a todos los que no trabajan pero pasan religiosamente por el banco a recibir el soborno del estado.
"Alentamos la inversión", nos dicen. Pero ponen al argentino a defender al extranjero. 600 gendarmes que debieran cuidar nuestras fronteras evitaron una protesta de trabajadores. No sé cuantos policias sacaron a golpes a los obreros que quieren seguir trabajando. ¿Y nos hablan de justicia social? Alentar la inversión extranjera implica vender al hermano?
No entiendo como nuestros representantes, tan comprometidos en la década infame con los valores de la izquierda, o sea con los ideales de justicia social, de distribucion equitativa, de equilibrio y de justicia, han podido cambiar tanto su discurso en lo que va de la boca a los hechos. Ya se olvidaron de lo que es la represión, la clandestinidad, el querer y no poder expresarse y defender lo propio? O es que entonces solo querian el poder para acceder al dinero y a las ventajas?
No piensen que comulgo con los ideales de la izquierda. No piensen que me meto en políticas que muchas veces no llego a comprender del todo. No es esa la intención de este post. Apunto simplemente a que alguien me diga donde han quedado en nuestra sociedad el respeto por nuestros semejantes, donde ha quedado la decencia de la cultura del trabajo que nos enseñaron nuestros mayores, donde están y en que piensan aquellos que elegimos para que decidan por nosotros lo que sea mejor para Nosotros, no para los demás. Donde ha quedado la hombría de bien de no tomar lo que no es mío, de administrar sin robar, de querer tener un pais mejor para todos los integrantes del pais, de defender al que trabaja. Donde ha quedado la vergüenza de tener que vivir de la lastima de los demás sin ganarse el pan con trabajo, como corresponde. Donde ha quedado el palabrerío de fomentar la industria nacional para que no tengan que venir de otros lados a trabajar y a llevarse las ganancias que podrían quedar en nuestros bolsillos. Donde han quedado las promesas de bajar la presión fiscal para que las pequeñas y medianas empresas nacionales puedan competir de igual a igual con los monstruos corporativos de afuera sin despedir a mis hermanos para poder sobrevivir.
Quiero que alguien me diga como hacemos para tener un pais tan rico en gentes y recursos y tenerlo tan hecho mier..., tan degradado, tan poca cosa cuando tenemos todo lo que hace falta para ser una potencia. Quiero que alguien me diga con que cara miran a sus hijos nuestros gobernantes cuando les dicen que deben ser honestos, sinceros, educados, solícitos, serviciales. Que me digan cuanto falta para que don Juan Pueblo se canse de tanto atropello y tenga que verse obligado a salir a tomar por mano propia la justicia que se merece y que mira para otro lado.

Y no me digan que este no es un posteo sobre folklore. Todo arte popular es un compromiso con el pueblo, y no puedo quedarme indiferente escuchando un disco mientras a mi hermano argentino lo dejan sin trabajo, sin comida para su familia, sin su diaria dignidad de un horario que cumplir, sin la posibilidad de hacer crecer a mi pais.

No me digan que no es un post de folklore porque defiendo, desde donde puedo y con los medios de que dispongo, a este pedazo de suelo que es mi patria, y que a quienes debieran defenderla le importa tres carajos.


Pido disculpas a quienes esperaban otro disco de los manseros o mas temas para escuchar en línea. Esta semana no puedo con la bronca que llevo adentro, y aprovecho este pequeño espacio para tratar de construir a traves de la critica el futuro que quiero para mi y para mis hijos. Quiero un pais donde me dé orgullo vivir. Quiero un gobernante que esté bien pagado pero que me defienda y me garantize los derechos básicos que me corresponden. Quiero un juez que meta preso al delicuente y no que me obligue a gastar fortunas en enrejar puertas y ventanas. Quiero curarme y educarme, quiero trabajar y comer lo que me gano trabajando. Quiero mi libertad y los medios para disfrutarla. Y los quiero para mi, para vos que estás leyendo, para mis hijos y tus hijos. Quiero un pais en serio y no esta farsa manejada por los piolines de unos cuantos. Quiero un pais donde mis hijos no estén pensando en irse a otro lado para vivir dignamente. Quiero conservar mis valores y mis costumbres, y quiero sentarme el domingo a escuchar un disco de los manseros y a tomar un vasito de fernet con el alma en paz. No será este domingo, por desgracia.

Ojalá sea pronto.


PD: Un abrazo, Alberto.